Se acerca la Noche de Halloween o Noche de Difuntos, una fiesta de origen celta con raíces cristianas que se ha extendido por todo el mundo como una fiesta pagana y cada vez es más popular en España. Durante todo el mes de octubre, pero en especial la noche del 31 se celebran fiestas por todas partes, así que hay que prepararse y buscar un disfraz, que si podemos hacer nosotros mismos, siempre será único y especial.
Siempre me ha encantado disfrazarme, pero Halloween no era una fiesta que me llamase la atención hasta empezar a salir con mi marido, él es un amante de todo lo que tenga que ver con el terror y un maestro de los disfraces caseros.
El primer año que salimos en esta fiesta disfrazados causamos sensación y nos pidieron un montón de fotos; los elegidos fueron Jason y la novia cadáver, que nos quedaron así:
Lo hice con un vestido blanco que ya no me convencía, encaje, tul, unos guantes que corte, una diadema de flores y mucho maquillaje para dar un tono tierra al disfraz que simulase haber salido de la tierra; el resto era caracterización.
Este año hemos decidido celebrarlo en el Parque Warner y unir dos de nuestras diversiones favoritas, los parques temáticos y disfrazarnos. Esta vez voy a versionar un personaje clásico pero en la visión que del mismo tiene el gran maestro de la oscuro Tim Burton , se trata de la Reina de Corazones de Alicia en el País de las Maravillas.
Para empezar tome como base para mi versión de este personaje un vestido negro que se había quedado pasado de moda y empecé a decorarlo con corazones de fieltro, corazones y cartas, rematados con botones de pasta de sal hechos por mí y un par de lacitos con cintas de raso.
Una vez preparado el vestido lo más importante son los complementos, que darán credibilidad al look final. En este caso decidí utilizar unos leotardos para paliar un poco el frío y unas zapatillas negras para ir cómoda, ya que vamos a estar andando todo el día, y dotarles de un toque especial pegando unos corazones de fieltro y unos lacitos de raso a juego con el vestido.
Por otro lado era importante la peluca, así que compré la típica de las trenzas que venden en la Plaza Mayor en Navidad, las corté y escondí los restos de manera que sirviesen a la vez para dar el volumen característico del pelo de la Reina de Corazones. Para hacer la corona, utilicé una de juguete de tamaño normal, la corte con alicates hasta darle el tamaño que me pareció oportuno y la pegué con pegamento de contacto para poder coserla a la peluca y que no se moviese una vez que la llevase puesta.
Para los detalles, inventé un cetro formado por un corazón de fieltro con strass, unas plumas para darle mi toque chic y chenillas para cubrir el palo de madera que le diera consistencia al mango del cetro. Como pensé que podría hartarme de cargar con el cetro todo el día, el vestido lleva una arandela para poder dejarlo colgado.
Y para no dejar un detalle suelto, con una liga hice una pulserita y con cartas y encaje hice un broche para colocar en el bolso y que no quedase descuadrado con el disfraz.
Solo quedaba el maquillaje para convertirme en la malísima y vengativa Reina de Corazones. Este es el resultado:
Solo quedaba el maquillaje para convertirme en la malísima y vengativa Reina de Corazones. Este es el resultado:
Pero no sólo me encargué de mi propio disfraz, sino que junto con mi hermana preparamos el suyo, que como no podía ser de otra manera, como fan de The Walking Dead, es de zombie. Así nos quedó después de muchos cortes, rotos, capas, muchas manchas y una caracterización nada favorecedora. Ella le dio su toque con una mano de plástico sangrienta colgando del bolso y ojos de golosina para comer de vez en cuando y darle más realidad al personaje.
Es cierto que algunos disfraces alquilados están muy logrados y te transforman exactamente en el personaje elegido, pero también es fácil encontrarte a alguien con el mismo disfraz, sin contar que los personajes suelen ser sota, caballo y rey. Yo creo que la personalidad de los disfraces hechos por uno mismo no se puede comparar con nada, así que espero que os animéis a probar con cosas que tengáis por casa y creéis vuestros personajes.