Taller de los Caprichos: Máscaras

La siguiente entrada especial Halloween nos servirá tanto para disfrazar a los niños, como para rematar un disfraz casero de los adultos, se trata de máscaras hechas de foam.

Necesitaremos:

Hojas de foam de colores
Tijeras
Pegamento en barra
Rotulador negro
Lápiz

Una vez hayamos decidido el diseño que queremos preparar tendremos que elegir los colores adecuados para nuestra máscara. Yo empecé por una calabaza, así que cogí el foam naranja, verde y marrón y me puse manos a la obra.

Lo primero será medir la distancia que necesitamos que obviamente será diferente entre niños y adultos y que dependerá de hasta dónde queráis que llegue la máscara. No os recomiendo que la midáis muy atrás, porque se deformará la visión final. Le daremos cierta forma redondeada para que se adapte a la cabeza y marcaremos el lugar de los ojos y de los cortes para la goma que la sujetará.

Para la calabaza, hecha la forma inicial, lo siguiente fue recortar los espacios para los ojos y la nariz con forma triangular, y dibujar y recortar tanto las hojas como el rabito de la calabaza.

Ahora con pegamento escolar en barra, o en caso de que tengáis, con pegamento de silicona caliente, pegaremos las tres partes juntas. Es hora de comenzar con los detalles, así que con un rotulador negro pasaremos el contorno de los ojos y de la nariz.

Para que parezca más "real" marcaremos las rayas propias de las calabazas con el mismo rotulador, teniendo cuidado de que no se os manchen las manos porque podríais echar a perder la máscara si tocáis con el negro en zonas claras.

Por último haremos un cortecito en las marcas que hicimos al principio al medir y pasaremos de delante hacia atrás una goma elástica para sujetarlo a la cabeza, que uniremos con una puntadita.

Es sencillo, divertido y un material apto para jugar con niños introduciéndoles en el maravilloso mundo de las manualidades. Además podéis realizar cualquier máscara que se os ocurra, yo os doy otro ejemplo sencillo y al menos para mí muy chulo.