He tenido muy abandonado el blog
pero no porque hubiera apartado las manualidades, sino por todo lo contrario,
estaba preparando muchas cosas para mi boda y no podía enseñarlas para no
estropear la sorpresa.
Quería que fuese todo muy personal
y que nadie hubiera visto nada antes de nuestra boda, así que preparamos cada
detalle con mucho cariño y dedicación.
Lo primero fueron las
invitaciones, la verdad es que nos dieron muchísimo trabajo y nos salieron más
caras que habiéndolas encargado, pero sabemos que son únicas y especiales y
nadie podrá tener nuestras invitaciones.
Hicimos (y hablo siempre en
plural, porque mi marido me ayudó muchísimo y participó en la elaboración igual
que yo) tres modelos diferentes partiendo de una base común. Y escribimos
nosotros mismos el texto intentando que nuestros invitados comprendiesen que
iban a participar en nuestro cuento, en nuestra historia de amor.
Lo regalitos de los invitados no
podían ser algo impersonal después de haber repartido las invitaciones hechas
por nosotros, así que diseñé para las mujeres unos collares con piedras
esmaltadas y alambre de aluminio, rematando con un cordón de cola de ratón y
fornituras para darle un toque más profesional. Las piedras eran de distintos
colores, pero el alambre y la cola de ratón eran tan sólo de dos tonos de azul,
que era el color que quería que predominase, para que hiciese juego con mi
collar. Este fue el resultado:
Los hombres no podían quedarse
sin nada, así que mi idea fue hacer gemelos con abalorios, eso sí, hice varios
modelos, porque si no era muy monótono repetir lo mismo una y otra vez. Así
quedaron:
Los regalos no se podían
presentar de cualquier manera, así que con una plantilla y mucho tiempo, pasamos
las formas de la caja grande y la pequeña a cartulinas y recortamos cada una de
ellas. Luego con papel de seda hicimos cuadraditos y los arrugamos para que
formasen una camita en la que colocar los regalos. Se remató con las etiquetas
que hizo mi marido con nuestros nombres y la fecha, y así las colocamos todas
en las cestas que compramos para repartirlo todo.
Para los alfileres decidí hacer
algo sencillo pero que representase mi forma de ver la boda, así que elegí unos
alfileres con cabeza de corazón en distintos colores y les incorporé dos lazos,
uno blanco y otro azul de organza.
Para repartirlos, preparé una
base en forma de bouquet donde clavarlos, utilizando distintos materiales con
mucho cariño y toda la imaginación que pude para aprovechar cosas que ya tenía
en casa.
El arroz también fue especial, lo
teñimos de colores y lo tuvimos mucho tiempo secando para que no manchase los
trajes, sobre todo el mío que obviamente era el que podía salir más
perjudicado. Lo repartimos en conos que también hice uno a uno, con papel de
origami y para remartar, añadí confeti de corazones de cartulina en color rojo,
que cortamos con un perforador pequeñito y con mucha paciencia.
La cesta para repartirlo era una
de mimbre que tenía mi madre en casa y que con encaje, cinta de raso y demás
materiales que se me ocurrieron, decoré de forma sencilla y sin muchas
florituras.
Personalmente he visto en muchas
ocasiones que la gente no responde en la ceremonia porque no sabe, así que
preparamos con mucho esfuerzo misales para los invitados. Fue bastante
complicado hacer la estructura de la ceremonia con todo lo necesario y luego
montar cada misal una vez impresas todas las hojas. Pero el resultado nos gustó
mucho. Para los invitados eran blancos,
pero para nosotros y los padrinos, eran de colores.
Para la decoración del lugar de
la celebración, llevamos nuestras iniciales en madera para la mesa nupcial, y
hasta preparé un libro de firmas con fotos nuestras y material de scrap, en el
que la gente pudiera dejarnos sus comentarios, que por cierto han sido super
cariñosos y emotivos, aunque nos hubiera gustado que escribiese más gente.
Y una de mis cosas favoritas, y que por eso dejo para el final, me la preparó mi madre, y es el corazón de ganchillo con organza en el que llevamos las alianzas a la boda.
Hubo más sorpresas, más
personales y con personas concretas, pero eso se queda para los que hemos
tenido la suerte de compartir esos momentos tan especiales; incluida yo que
tuve más de un momento precioso que no olvidaré nunca.
Nuestra boda ha tenido fallos
como todas, pero estamos super felices por como la gente ha reaccionado ante el
cariño que hemos puesto en prepararla y como se han valorado los detalles que
hemos querido tener. Hemos recibido muchas muestras de cariño y es con lo que
nos quedamos. Gracias.